lunes, 19 de septiembre de 2016

Mundial de Salvamento Deportivo, Holanda 2016.




EL GUARDAVIDAS BAHIENSE EMANUEL MENGO
 ES CAMPEÓN MUNDIAL


Se consagró obteniendo una medalla dorada y dos de plata en la máxima competencia del salvamento acuático internacional. El atleta argentino alcanzó el primer puesto en los en 2 km beach running, y un segundo lugar en las pruebas de Beach Flag y 90 metros Sprint.


Emanuel Mengo, World Championship Lifesaving 2016.
El salvamento deportivo es mucho más que un deporte, es además, la pasión por la profesión de socorrista, la templanza ante las adversidades y una vocación férrea por superarse. Así quedó demostrado en el mundial que acaba de disputarse en Holanda, en las ciudades de Eindhoven y Noordwijk, entre el 2 y el 18 de este mes, donde la delegación máster argentina consiguió un desempeño por demás fructífero.

 El atleta Emanuel Mengo obtuvo el primer lugar en la prueba de resistencia “Beach Running” alcanzando la anhelada presea dorada. consiguió además, una medalla de plata, en la prueba de reacción y velocidad “Beach Flag” y una segunda plateada en la prueba de velocidad de “90 m Sprint”


“Estas medallas son para mí un sueño cumplido, desde lo personal como una recompensa a las horas y horas de entrenamiento, y además, una manera de agradecer a quienes me han acompañado, dejando un precedente positivo para que mas guardavidas conozcan y se acerquen a este deporte que es apasionante”  Explicó acerca de su triunfo.


Emanuel, o “El Galgo Mengo” como lo llaman sus compañeros, es profesor de educación física, tiene 34 años y es guardavidas hace 12, un tercio de su vida lo ha dedicado a ésta profesión que transcurre en largas jornadas veraniegas de vigilancia en la playa, velando por la seguridad de los bañistas.  Donde, como ellos dicen, aprenden a “Leer el mar y a saber respetarlo”.


“Para quienes nos encanta ésta profesión el verano se nos hace demasiado corto y éste deporte es para mí una manera de sentirlo latente durante todo el año y una excelente forma de mantenerse entrenado”  Sostuvo sobre el motivo por el cual comenzó con esta actividad.


El salvamento deportivo, es una disciplina que emula actividades del socorrismo en sí mismo, sumado a pruebas de resistencia, reacción, fuerza, coordinación, destreza y velocidad. Se realizan tanto en piscina como en playa y dependiendo de la prueba, se utilizan elementos tales como aletas, maniquíes, sunchos, tablas de rescate y los surf ski race, una especie de kayaks adaptados más angostos y veloces que los tradicionales. 


El bahiense ya había participado del mundial disputado en Francia en el año 2014, donde obtuvo un muy buen desempeño que sentó las bases para esta triple victoria. Tiene actualmente su propio grupo de entrenamiento en salvamento deportivo GU.B.BA (Guardavidas Bahía Blanca) en el cual convoca y entrena a guardavidas e interesados y alienta a futuros aspirantes a sumarse a ésta actividad. En éste mundial, aunó fuerzas con el equipo A.GUA.S. de Viedma, liderado por el profesor y socorrista Javier Nieva, con quienes durante el año compartió también, como parte del equipo, los torneos y competencias que se desarrollaron en diferentes ciudades de nuestro país tales como Buenos Aires, La Plata, Rosario, y Viedma.


El salvamento deportivo es una disciplina que en Argentina se está abriendo camino, y de a poco y a través del esfuerzo de sus competidores comienza a instalarse con éxito. En otros países en cambio, como Australia, Nueva Zelanda, Francia, Holanda y España, se lo considera un deporte profesional a la altura de los populares como el fútbol, el básquet y la natación. Como sucede en la mayoría de los deportes amateurs que se practican en nuestro país, son los atletas quienes con mucho esfuerzo deben afrontar todos los gastos, y además, poner de manifiesto creatividad y pericia en las prácticas, adaptando elementos para poder entrenar las pruebas cuando no cuentan con los materiales oficiales para hacerlo, como es el caso de las tablas de rescate, los surf ski race o los maniquíes.


“Hace unos años cuando empecé a entrenar en éste deporte, con mi compañero usábamos un caño grande de PVC sellado y lleno de agua, para que fuese lo más parecido posible en peso y tamaño a un maniquí y  poder practicar esa prueba… y así nos la vamos rebuscando con imaginación, hasta lograr conseguir los materiales oficiales” Relató Emanuel mientras recordaba sus inicios.


 Es por ello que los representantes argentinos, sienten y tienen un mérito extra, el orgullo de haber llegado a competir en la elite mundial del salvamento y la alegría de alcanzar las medallas, es el resultado de inusitados esfuerzos, constancia y una voluntad inquebrantable.



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